Es importante recordar que tenemos que poner los garbanzos a remojo la noche anterior. Echar en una olla los garbanzos, cubrir de agua tres o cuatro dedos por encima y poner la cabeza de ajo entera. Dejar hervir a fuego medio e ir quitando la espuma.
Mientras tanto, lavar y cortar la verdura en trozos. Ponerla en una sartén con medio vasito de aceite. Echar primero la cebolla y los pimientos y pochar un poco.
En la misma sartén donde hemos hecho el sofrito, poner un chorrete de aceite. Freír un poco el bacalao por los dos lados, dejando que suelte la gelatina y reservar.
A continuación, echar el bacalao, cocinar dejando que hierva todo junto durante 4 ó 5 minutos y probar de sal. Mover la olla de vez en cuando; evitando meter ninguna paleta o cuchara, para que no se deshaga el bacalao.
Pasado este tiempo, apartar del fuego la olla y dejar reposar.
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