Las patatas bravas son unas patatas acompañadas de salsa picante. De hecho, su nombre viene del picante de la cayena, de la pimienta, etc., que son esenciales en la salsa. Las patatas bravas generalmente se hacen fritas, aunque también cocidas en agua o en aceite e incluso al horno.
Ingredientes:
- Aceite de oliva virgen extra para freír las patatas
- 250 ml. de aceite de girasol
- Un huevo
- Gotas de limón
- Un diente de ajo
- 4 patatas agrias grandes o patatas Kenebec (gallegas)
- 350 gramos de tomate frito de bote de buena calidad (Yo uso Tomate frito Hida)
- 3 ó 4 pimientos verdes
- Media cucharadita de pimentón dulce
- Media cucharadita de pimentón picante
- Gindilla cayena molida
- Pimienta negra molida
- Pimienta negra en grano
- Sal
Elaboración:
Yo he seguido la receta de MJ, sitio que sigo y recomiendo, aunque he prescindido de la salsa picante oriental que ella le ha puesto, porque en ese momento no tenía. Tienes el vídeo de esta receta en la Videoteca del blog en la sección de salsas. MJ, a su vez, ha seguido la receta del restaurante "Senyor Vermut" de Barcelona.
Pelar las patatas y cortarlas en dados grandes y no uniformes. Echarlas en agua durante 15 ó 20 minutos, para que suelte el almidón. Escurrirlas y secarlas. Freírlas ligeramente en una sartén con aceite de oliva a fuego medio bajo (confitarlas), porque después las freiremos por segunda vez. Sacar, poner en una bandeja con papel absorbente y reservar.
En la misma sartén, quitar un poco de aceite y reservarlo. Echar los pimientos cortados a tiras, una cucharadita de pimienta en grano y sal.
Confitar los pimientos a fuego lento, tapando la sartén y dándoles vueltas de vez en cuanto hasta que queden blandos. Sacar y reservar.
En la misma sartén, poner un poco más de aceite, si hiciera falta y añadir las cucharaditas de pimentón dulce y picante. Remover y freír unos segundos, para evitar que se queme.
Enseguida, echar el tomate frito, añadir la pimienta molida y la guindilla cayena en polvo. MJ le echa también gotas de Sriracha, una salsa picante de origen tailandés, que yo no he le he echado, porque en ese momento no tenía. Debes poner el picante que te guste, pero tienes que considerar que son patatas bravas y, por tanto, deben estar picantes.
En un vaso batidor poner el huevo, previamente sacado del frigorífico, porque no debe estar frío. Añadir unas gotas de limón, un pellizco de sal, medio ajo con el germen quitado y medio vaso de aceite de girasol. Batir, agregando lentamente y poco a poco el aceite restante hasta hacer la mayonesa. Puede sobrar un poco de aceite de los 250 ml.
En una sartén o en un cazo grande y con fondo echar el aceite que habíamos reservado de la primera fritada y algo más si hiciera falta. Dejar que el aceite esté bien caliente y proceder a la segunda fritada de las patatas, procurando que queden doradas y algo crujientes por fuera y blanditas por dentro. Sacar, poner en una bandeja con papel absorbente y reservar por un momento.
Ya tenemos todos los elementos para preparar las patatas bravas: Las patatas fritas, las salsa de tomate picante con un toque ahumado suave del pimentón y la mayonesa.
Para montar el plato, poner las patatas fritas con un poquito de sal, una cucharada colmada de mayonesa y encima dos cucharadas de tomate picante, para terminar colocando encima del tomate las tiras confitadas de pimiento, como se ve en la foto de presentación.