Como he dicho otras veces, el solomillo ibérico es una pieza de carne que se caracteriza por ser realmente tierna, sabrosa y por contar con un bajo contenido en grasa. Al final, te dejo los enlaces a otras recetas de solomillo ibérico publicadas con anterioridad.
Ingredientes:
- Aceite de oliva virgen extra
- Dos solomillos ibéricos
- Un vasito de oloroso o de brandy
- Un vasito de crema de leche (o nata)
- Dos cebolllas
- Dos dientes de ajo
- Media cucharadita de Tomillo
- Media cucharadita de Romero
- Pimienta negra molida
- Una cucharadita de pimienta negra en grano (o pimienta verde)
- Sal
Elaboración:
Poner los solomillos en una bandeja y salpimentarlos.
Poner en una cacerola un poquito de aceite y dorarlo entero por todos lados a fuego medio, procurando que la carne quede poco hecha por dentro. Reservar.
En la misma cacerola, echar las cebollas cortada muy fina, pochar un poco y añadir los ajos en láminas. Remover y seguir pochando todo junto durante un par de minutos.
Añadir la crema de leche (o nata). Mezclar y cocinar durante un par de minutos más.
Cuando la cebolla esté bien pochada y se haya cocinado con la crema de leche o la nata, echar todo en un vaso batidor y triturar hasta que quede en una salsa para volverla a echar en la cacerola. Si la ves muy espesa, puedes añadir un poquito de agua.
Disponer los trozos de solomillo en la salsa y echar la media cucharadita de tomillo, la media de romero y la cucharadita de granos de pimienta.
Echar el vasito de oloroso o de brandy. Mover con cuidado y dejar que se evapore el alcohol.
Cocinar durante dos o tres minutos, pues la carne debe quedar jugosa y tierna.
Dejar reposar y servir los platos. Hoy he acompañado el plato con unas patatas fritas.
Otras recetas de solomillo ibérico publicadas en el blog: