Un plato de carne que apenas te llevará tiempo hacer y que resulta exquisito. Además, puedes acompañarlo con cualquier guarnición.
Ingredientes:
- 2 solomllos ibéricos
- Medio vasito largo de aceite de oliva virgen extra
- Medio vasito de whisky
- Media pastilla de caldo de ave
- 8 ó 10 dientes de ajo
- Romero
- Pimienta negra molida
- Pimineta negra en grano
- Sal
Elaboración:
Poner en una sartén un poquito de aceite, salpimentar los solomillos, dorarlos enteros por todos lados a fuego medio y reservar.
Echar el resto del aceite en la sartén y freir los ajos enteros con la piel a fuego bajo, para que se doren lentamente y no se quemen.
A continuación, añadir el medio vasito de whisky, la media pastilla de caldo y medio vasito de agua. Cocer con la sartén tapada durante dos o tres minutos.
Mientras se cuecen los ajos, cortar los solomillos a rodajas de algo más de un dedo de grosor. Cuando dores la carne, debe quedar poco hecha por dentro. Como ves en la foto.
Agregar la carne ya cortada a la sartén. Añadir media cucharadita de romero, pimineta molida y algunos granos de pimienta.
Remover y cocinar todo junto durante 5 minutos, evitando que la carne se seque y quede jugosa y tierna. Probar de sal y comprobar si hace falta más whisky. Al cocinarlo con la salsa, la carne se impregna de su sabor, pero al servirlo se le pone un poquito de salsa por encima.
Como he dicho al principio, este plato puede acompañarse con cualquier guarnición. Por ejemplo, con una ensalada, con patatas en papillote My Way o unas patatas asadas con mantequilla y ajos.