- Aceite de oliva virgen extra
- Costillas carnosas de cerdo
- Medio vasito de vino blanco Montilla-Moriles
- Salsa de soja
- Miel
- Romero
- Ajo molido
- Orégano
- Pimienta negra molida
- Mostaza
- Jengibre
- Zumo de media naranja
- Zumo de medio limón
- Sal
Elaboración:
Precalentar el horno a 180º. Poner papel de aluminio en el fondo de una bandeja de horno y distribuir las costillas en la bandeja. Salpimentar.
Para la vinagreta, echar en un bol media cucharadita de orégano y media de romero. Añadir el zumo de limón y el zumo de naranja. Agregar una cucharada de miel, una de soja, una de mostaza y tres de aceite. Rociar con ajo en polvo y ralladuras de jengibre. Mezclar muy bien. Probar y rectificar usando los ingredientes anteriores hasta ponerla a tu gusto.
Pintar con esta vinagreta la carne por todos lados con ayuda de una brocha.
Meter las costillas en el horno a la misma temperatura (180º) y hornear durante unos 50 ó 60 minutos. A la mitad de este tiempo, dar la vuelta a las costillas y echar por encima más vinagreta. Comprobar que la carne esté tierna y dejar más tiempo si no es así. Si ves que se dora mucho, tapar con papel de aluminio.
Sacar del horno y poner las costillas en una bandeja.
He acompañado el plato con unas patatas al horno. Lavar, pelar y cortar las patatas. Echar aceite en una sartén y freírlas ligeramente con 4 ó 5 dientes de ajos enteros.
Poner las patatas en otra bandeja y meterlas en el horno a 200º para que se doren y terminen de freírse.
Colocar la guarnición de patatas junto a la carne y servir los platos.