El cochinillo lechal segoviano asado al horno es una auténtica delicia. Fue catalogado por la Junta de Castilla y León en el año 2002 dentro de la categoría de Marca de Garantía, siendo su Consejo Regulador la "Asociación para la Promoción del Cochinillo de Segovia". Lee sobre las curiosidades del cochinillo segoviano.
Precalentar el horno a 200º. La elaboración de este cochinillo segoviano es sencillísima, pero con un resultado para chuparse los dedos. Poner sal por el interior del cochinillo. Colocarlo en una bandeja de horno sobre unos utensilios de madera, para evitar que la carne toque y se pegue al fondo. Liar con un papel de aluminio el rabito, las pezuñas y las orejas, si las tuviera, para que no se quemen. Echar unos 100 ml. de agua para darle humedad a la carne y que salga jugosa.
Bajar la temperatura a 150º arriba y abajo. Meter la bandeja en el horno a una altura media. A la hora, volver a echar un poco más agua. Nunca debe faltar algo de agua en el fondo de la bandeja. Hornear durante una hora y 10 minutos más, comprobando que la carne por esa parte ya está tierna y dorada.
Pasado este tiempo de unas 2 horas y 10 minutos, darle la vuelta a la pierna y untar la parte de arriba con manteca blanca, que creará una exquisita capa crujiente. Subir la temperatura del horno a 180º y seguir horneando durante 40 ó 42 minutos más. Echar un poquito de agua en el fondo, si fuera necesario.
En
los último 4 minutos, subir un poco la temperatura para poner más
crujiente la parte de arriba, aunque vigilando no pasarse. En mi caso no ha sido necesario subir más la temperatura.
