Es una receta con muy pocos ingredientes. Si el cordero es de calidad, el sabor del plato está asegurado. La primavera es la temporada de mayor producción de cordero, cuando nacen más crías y hay abundancia de pastos. Dice el refranero: "Enero y febrero preparan el buen cordero". Pero hoy he visto unas costillas y cuellos de cordero lechal con muy buena cara y he decidido hacerlas al ajillo. Lee sobre los distintos nombres del cordero: Lechal, recental, pascual…
Ingredientes:
Dar un golpe a los ajos y echarlos enteros a la olla. Seguir refriendo.
Añadir el vasito de vino blanco y unos granos de pimienta.
Sacar y secar las patatas, ponerlas en una bandeja de horno con un papel vegetal en el fondo. Aplastarlas un poco y ponerles las especias que más te gusten. Yo he puesto tomillo, romero, orégano, un toque de pimentón, pimienta negra molida y hierbas provenzales. Echar un chorrito de aceite por encima y meter en el horno hasta que se doren.
Una vez cocinado el cordero, sacarlo de la olla y ponerlo en una bandeja. Dejar atemperar y servir con las patatas como se ve en la foto de presentación.
- Aceite de oliva virgen extra
- Costillas y cuello de cordero lechal troceados
- 1 kg. de patatas no muy grandes
- 4 ó 5 dientes de ajo
- Un vaso de vino blanco Montilla-Moriles
- Pimienta negra molida
- Pimienta negra en grano
- Especias al gusto para las patatas
- Sal
Elaboración:
Si quieres saber sobre los beneficios nutricionales de la carne de cordero, lee los siguientes artículos: Beneficios y propiedades de la carne de cordero y Nueve beneficios de la carne de cordero que no sabías.
Echar un chorreón de aceite en una olla express, añadir las costillas y el cuello de cordero. Salpimentar y refreír un poco.
Agregar un poco de agua caliente y cocinar durante 25 ó 30 minutos, tapando la olla y poniendo la válvula cuando empiece a hervir. Pasado este tiempo, abrir la olla y comprobar que la carne está tierna y que el caldo se haya reducido.
Mientras tanto, lavar las patatas y ponerlas a cocer durante 25 ó 30 minutos a fuego medio con un puñadito de sal.
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