Ingredientes:
- 750 ml. de leche
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Un vasito de aceite de oliva virgen extra (100 ml.)
- 3 cucharadas soperas de harina
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- Una cucharada sopera colmada de anís en grano
- Dos ramas de canela
- Canela molida
- 3 ó 4 trocitos de cáscaras de limón muy finas y sin pulpa
- Pan asentado
- Una pizca de sal
Elaboración:
Echar la harina en una sartén y tostarla un poco, para quitarle el sabor a harina cruda. Apartar y reservar, dejándola en la sartén.
Trocear el pan en pequeños trozos y freírlos en otra sartén con el vasito de aceite. Ponerlo en un plato con un papel absorbente y reservar.
En esta misma sartén, una vez retirado el aceite de haber frito el pan, echar las 4 cucharadas de aceite, añadir la canela en rama, los granos de anís y los trocitos de cáscaras de limón. Freír todo junto.
Una vez frito, agregar la mitad de la leche, las tres cucharadas de azúcar y la pizca de sal. Remover y dejar hervir un poco, para que se integren los sabores de todos los ingredientes.
A continuación, colar todo en un recipiente y agregar la otra mitad de la leche. Remover bien y echarlo en la sartén donde hemos tostado la harina y que hemos reservado al principio. Poner la sartén a fuego medio.
Mezclar bien y remover continuamente durante 20 ó 25 minutos. Debe quedar como una bechamel clarita y cremosa.
Si ves que resulta muy espesa, puedes agregarle un poco más de leche. Si te gusta más dulce, puedes añadirle un poquito más de azúcar. A la hora de servir la poleá, poner por encima los picatostes, espolvorear con un poquitín de canela y adornar con un trocito de cáscara de limón. También puedes ponerle un chorrito de miel.