- 250 gramos de harina de respotería
- Dos huevos grandes
- Tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Aceite de girasol
- Miel
- Anís en grano
- Zumo de una naranja
Elaboración:
En una sartén poner las tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Si se toma como medida la cáscara del huevo, son dos medias cáscaras de aceite.
Freír el anís. Una vez que empiece a hervir el aceite retirarlo, colar el aceite y dejar enfríar. En un bol echar los dos huevos y el aceite colado, cernir la harina e ir echándola poco a poco mezclándola con el huevo haciendo una masa.
Amasar bien hasta que la masa quede suave, elástica y homegenea. Como ves en la foto.
Hacer bolas pequeñas del tamaño de una nuez más o menos.
Coger una bola y con la ayuda de un rodillo, estirarla hasta que quede lo más fina posible, haciendo cada hojuela.
En una sartén o una cacerola con fondo, echar aceite abundante de girasol, freír las hojuelas y dorarlas bien. Sacarlas y poner en una bandeja con papel absorbente.
Una vez fritas y bien doradas, echar la miel en una sartén, añadir el zumo de naranja y un chorrito de agua. Dejar hervir y remover.
Bajar un poco el fuego y enmelar las hojuelas, dándoles un par de vueltas para que la miel penetre por ambos lados.
Te darás cuenta, cuando las hagas, que con esta cantidad de ingredientes salen varias bandejas de hojuelas.